La temperatura más baja, la de
37º, sirve para fundir chocolate y para calentar la comida ya cocinada, en concreto los purés de los bebés.
Las temperaturas
70º-80º-90º se utilizan para preparaciones al baño maria, es decir para elaboraciones que no pueden llegar a cocer porque se cortarían, como por ejemplo unas natillas.
La temperatura
100º corresponde a la ebullición y la usaremos siempre que cocinemos con leche o nata para que no se pegue.
La temperatura
varoma la usaremos para casi todos los guisos y para usar el recipiente varoma, ya que con ella conseguimos una emisión de vapor fuerte y contínua.